Después pasó el tiempo,
viajamos con las tribus del norte hacia el sur.
Algunos se reprodujeron.
Otros aprendimos que el miedo
es la distancia que existe
entre el dolor y la nada. 



Palabras que recordé hoy de Ezeiza, el poema Fabián Casas. En cierta forma las necesité y en cierta forma las aborrecí. También comprendí (antes sólo creía saberlo) que eso era poesía. 

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